11 de junio de 2008

Un posible viaje.


Cada lectura de un libro es un viaje...




29 de mayo de 2008

Cortázar nos abre una puerta...

Pulsa en la imagen para ver video

Jules Florencio Cortázar (Bruselas, 26 de agosto de 1914 - París, 12 de febrero de 1984), escritor e intelectual argentino, es considerado uno de los escritores más innovadores y originales de su tiempo, maestro del cuento y la narración corta, comparable a Jorge Luis Borges, Chejov o Edgar Allan Poe y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de hacer literatura en Latinoamérica, rompiendo los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal y donde los personajes adquieren una autonomía y una profundidad psicológica pocas veces vista.




Souvenirs


Había pasado seis meses desde que Miquel partió de viaje a una ciudad que queda muy lejos de donde yo vivo, en un país que quizá yo nunca conozca –es un lugar extraño- decía Miguel, en sus muy breve líneas que enviaba por correo electrónico cada diez o quince días. Sin embargo, jamás pensé que aquel lugar tan distante e incógnito albergara realmente cosa tan extraña. Fue un momento cósmico, lleno de asombro, sorpresa y algo de miedo cuando él apareció después de todos estos meses en la puerta de mi casa, con su peculiar regalo de viaje que había traído única y exclusivamente para mí.
Estaba conmocionada al verlo a él, así, de improviso, pero esta sensación de desconcierto no se compara con la que me asaltó cuando abrí la pequeña caja de madera que tenia unas letras en un lado de sus caras “Di la citta di Venecia”. No me atreví a hacer nada, me quede mirando lo único que alcanzaba a ver: unos ojos inmensos que me miraban fijamente, me pareció aquella mirada un tanto apacible, pero profundadamente triste.
Me quede ahí mirando esa mirada de vaca sin ternero, sin melaza, acorralada y sola. De repente empecé a recordar un montón de cosas lindas, alegres días de risas y abrazos eternos invadieron mi cabeza, volví a pasar por el corazón tantos momentos lejanos, tantas sensaciones dormidas, muchas alegrías opacas y quizá perdidas en algún recoveco de mi memoria.
Como Miguel sabia que eso iba a pasar se quedó simplemente mirando la pequeña sonrisa que se me fue haciendo y la manera como se me iba abriendo los ojos repentinamente, por instantes, con sorpresa. -Esta es una de las cualidades – dijo Miguel mientras se agachaba para sacar aquella cosa extraña que reposaba en la penumbra de la caja, yo lo miraba expectante. Por fin acomodó entre sus manos algo que parecía ser un pez, por todo menos por los ojos, y por eso de que no necesitara agua sino más bien un montón de hierba húmeda en la que se revolcaba placentero, y en la que iba dejando caer de a pocos una especie de escamas de diferentes tamaños y en todos los tonos del azul, verde y naranja. Era una imagen magnifica. La vivacidad de sus colores contrastaban muy bien con su comportamiento taciturno y sus ojos melancólicos que miraban atentamente a su alrededor, especialmente cuando se le acomodaba su montón de hierba humeada en alguna parte de la terraza de mi casa, desde donde se ve casi toda la ciudad. En esos momentos pareciera que estuviera haciéndose grandes preguntas y tratará de comprender el por qué de esta existencia, porque en sus inmensos ojos de vaca se dibujaba un pequeño destello de angustia, pero es justo en estos momentos que su cuerpecillo frágil de pez deja caer las escamas de los más bellos colores.

30 de abril de 2008

Creadores de Viajes


Estos son algunos de los creadores de viajes que por distintas épocas, tiempos y espacios te llevarán a conocer y repensar el mundo. Que comience el viaje.

Dar click sobre la imagen

























Yourcenar. La muerte como viaje.

¿Quién puede ser tan insensato como para morir
sin haber dado, por lo menos, una vuelta a su cárcel?


El viaje es uno de los elementos que atraviesa no sólo la vida si no también la obra de la escritora Marguerite Yourcenar, convirtiéndose éste en una manera de descifrar el mundo desde diversos puntos de vista y en el medio que posibilita tener una comprensión más amplia y diversa de la existencia, ya que todo viaje representa ganancia y aventura.

Encontramos pues, en los Cuentos orientales, historias que viajan por los Balcanes, China o Grecia para asirse de sus diferentes mitos o leyendas y reinterpretarlos desde la perspectiva del mundo moderno; se crea pues una especie de fusión de éste mundo con el antiguo y mitológico.
Del mismo modo, se encuentran relacionados e íntimamente unidos, la noción de muerte y viaje, es decir, se presenta la muerte como un viaje que nos ofrece múltiples significados y alternativas, además de ser un elemento que une a varios de estos Cuentos orientales, tales como La leche de la muerte, el último amor del principe Genghi, la sonrisa de Marko y Cómo se salvó Wang fô en los cuales, en general, la muerte se convierte en la manera más digna de estar en lugar de llevar una vida sin sentido alguno, a la vez que representa un comienzo, un camino nuevo e incógnito que se abre como una forma de huir del mundo moderno e injusto.
Como se menciono anteriormente, la muerte pues adquiere diversos matices, alternativas y significados. El primero, la muerte como salida y continuidad, en el caso de Wan-fô quien después de propiciar un cambio en el modo de mirar las cosas y el mundo, por un lado en Ling que va de la realidad al arte, y por el otro del emperador que va del arte a la realidad, desaparece y encuentra la salida en el mismo arte. El segundo significado, la muerte como espejo que posibilita reflexionar fugazmente sobre la vida y reflejar aun más fugaz algunos sucesos de ésta, al mismo tiempo que exalta la belleza y la vida en sí, pues si fuera para siempre no tendría valor ni sentido “Voy a morir. No me quejo de una suerte que comparto con las flores, con los insectos y con los astros. En un universo donde todo pasa como un sueño, sentiría remordimiento de durar para siempre (…) puesto que su belleza se compone de esta desventura.” Dice Genghi después de descubrir que se hallaba poco preparado para el viaje, para “las renovaciones de la otra vida”. De esta renovación se desprende el otro sentido de la muerte que encontramos en la obra, y es la muerte como posibilidad de escapar a la mentira, a la tenaz hipocresía, al ser despreciado por no ser como los demás quisieran que uno fuera, como le sucede a la Viuda Afrodisia quien prefiere seguir corriendo para que una piedra en el precipicio le enseñe el camino, y así poder llevarse toda su verdad, a salvo, consigo.
La muerte pues, es sólo un comienzo que puede funcionar, cuando se está cerca de ella o cuando se presiente su llegada, como detonante para un posible cambio de perspectiva y forma de ver el mundo. Pero se precisa que antes de ésta, así sea un par de minutos previos, se escudriñe y se saque los sentimientos y se piense en lo que se hizo o se dejo de hacer, para que luego de haber dado una vuelta por nuestra cárcel, tener la sensatez de morir.